LO ÚLTIMO EN EL BLOG ¡FELIZ PASCUA FLORIDA! La Pascua es un gran Domingo de domingos. Desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés. ADEMÁS... Nuestro compañero Pablo nos cuenta en unas líneas cómo ha sido el último encuentro Pro Vida en el que han participado diversos miembros del Movimiento Familiar Cristiano de León

lunes, 25 de abril de 2011




PASCUA,
LA VIDA NUEVA DEL CRISTIANO
Queridos diocesanos:

“Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca” (Rm 13, 11-12). Esta exclamación de San Pablo me sirve de saludo en esta primavera de la Iglesia que llega cada año con la celebración del sagrado triduo de Jesucristo muerto, sepultado y resucitado. Como el Apóstol vemos en la noche la imagen del pecado y de la muerte, mientras que en el día que amanece contemplamos el retorno de la gracia y de la vida. Realmente la Pascua significa el triunfo de todo lo que nuestro corazón intuye y ansía, deseoso como está de alegría y de esperanza: “Lucharon vida y muerte en singular batalla y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta… Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado, la muerte en ti no manda”, proclama la liturgia del domingo de Resurrección haciendo suyas las expresiones de María Magdalena.
Efectivamente, Jesús de Nazaret fue crucificado la víspera de la Pascua hebrea como el verdadero “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29), fue enterrado al atardecer de aquel día y, tras permanecer día y medio en el sepulcro, al tercero resucitó como había anunciado. Esto no es el mito del triunfo de la naturaleza sobre el invierno. Los hechos sucedieron así, como la salida de los hebreos de Egipto, durante el plenilunio de primavera, pero el significado no pasó desapercibido a los primeros cristianos que salieron precisamente del ámbito judío, conscientes de que con la muerte y resurrección de su Maestro se había superado el viejo orden que regulaba las relaciones con Dios. Por eso abandonaron el sábado, el día santo de los hebreos, por el domingo, el primer día de la semana que se llamó muy pronto día del Señor o domingo.
Desde entonces este día volvió a ser el primero de la semana, cuando fue creada la luz y con su iluminación el caos inicial dio paso al orden, a la armonía y a la belleza de todo cuanto existe. El domingo de Pascua de resurrección es el domingo de los domingos, el día que hizo el Señor, día del reestreno de nuestra vida de hijos de Dios, en alusión al momento en que eran y son bautizados los nuevos cristianos durante la solemne vigilia pascual.

Cada año la Iglesia y con ella los cristianos conscientes que han vivido la cuaresma como un tiempo de conversión y de purificación, celebran no sólo el recuerdo del acontecimiento más sorprendente de la historia humana, la vuelta a la vida de un muerto, el propio Hijo de Dios, Jesucristo, sino también la verificación de su obra redentora, la que dio paso a una nueva era, un nuevo siglo, una nueva vida, la de los renacidos del agua y del Espíritu Santo.San Pablo exhortaba así a los fieles de Roma: “Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva” (Rm 6, 4).
stá claro cómo ha de ser nuestra conducta de bautizados. Hay que dejar las obras de las tinieblas, la mentira, los enfados, el egoísmo, la soberbia, etc., y poner en práctica las obras de la luz, la caridad, el perdón, la honestidad, la justicia, la paz. Estamos en pleno día, conduzcámonos con dignidad. Feliz Pascua 

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