LO ÚLTIMO EN EL BLOG ¡FELIZ PASCUA FLORIDA! La Pascua es un gran Domingo de domingos. Desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés. ADEMÁS... Nuestro compañero Pablo nos cuenta en unas líneas cómo ha sido el último encuentro Pro Vida en el que han participado diversos miembros del Movimiento Familiar Cristiano de León

domingo, 20 de febrero de 2011

XIV JORNADAS DE LA FAMILIA.



ORGANIZADAS POR LA DELEGACIÓN DE PASTORAL FAMILIAR Y PROMOCIÓN DE LA VIDA


- Lunes 28 de febrero: Charla “ La familia en el siglo XXI”, impartida por D. Santiago García Gutiérrez. Profesor en el Instituto Tajamar de Madrid.
- Martes 1 de marzo: Mesa redonda: Respuestas a los retos de la familia. Con la participación de: Camino Neocatecumenal y Movimiento Familiar Cristiano.
- Miércoles día 2 de marzo: Mesa redonda:Respuestas a los retos de la familia. Con la participación de: Equipos de Nuestra Señora, ACIT, y Grupo Post matrimonial. 
JUAN PABLO II Y LOS DERECHOS HUMANOS


Rafael Navarro-Valls*  
(Agencia Zenit, 07/02/2011)
El anuncio de la próxima beatificación de Juan Pablo II no solamente ha alegrado a los católicos. También muchas otras personas – de distinta fe o de ninguna-  han visto con satisfacción esa noticia. Por lo que he podido comprobar, su punto de coincidencia con el papa viajero ha sido su constante insistencia en los derechos humanos.
Su tenaz reiteración de que “los derechos del hombre son también derechos de Dios”, atrajo la atención de cientos de  miles de personas. Atención que se convirtió en respeto al comprobar que Juan Pablo II no se limitaba  a decir frases bellas, también las vivía. Cuando lo vimos abrazando a los desheredados de las favelas brasileñas, a los moribundos de los hospitales de Calcuta o a los enfermos de sida en muchos países de Africa, supimos que Juan Pablo II estaba llenando de contenido  la expresión “derechos humanos”.
Así lo entendió el diario La Repubblica cuando, hace unos años, lo calificaba de “portavoz planetario de los derechos humanos”. Portavoz no solo en sus encíclicas, sino también en la palestra diaria, que es donde se juega el ser o no de la dignidad de la persona. Pide a Castro – y lo logró- la libertad de trescientos presos políticos. Intercede ante el gobernador de una penitenciaría tejana por la vida de un recluso condenado a muerte: lo rescata in extremis de la inyección letal. Condena ante la puerta de Brandeburgo a las dictaduras que la convirtieron en un muro o que fueron escenario de sus paradas militares. Es una de las pocas autoridades mundiales que se atreve a decir que “ante la norma moral que prohíbe la eliminación directa de un ser humano inocente, no hay privilegios ni excepciones para nadie”. Su rechazo de cualquier forma de racismo – incluido el cromosómico, que tiende a eliminar vidas afectadas por el síndrome de Down – es frontal. Hizo de su vida una cruzada constante de lo que llamó la “conjura contra la vida”, que veía en el cuadro más amplio de una “guerra de los poderosos contra los débiles”.
Cuando el 1 de mayo Benedicto XVI beatifique a Juan Pablo II lo estará haciendo con  un hombre que no sólo  intentó  amar  a Dios sobre todas las cosas, sino que captó con toda intensidad su reflejo en la criatura humana. De ahí que no cesara de denunciar los grandes escándalos del tiempo que vivió: los genocidios y los crímenes contra la humanidad; la tortura y la pobreza;  las agresiones contra las libertades cívicas, los derechos políticos o los económico;  los ataques contra el derecho a la vida o la discriminación de las minorías, incluidas las religiosas. Tenía razón Time Magazine cuando,  al declararlo “hombre del año”, subrayaba que Karol Wojtyla proclamó con una rectitud – que sus adversarios llamarán temeridad – su idea del bien, urgiendo al mundo a seguirla.
El relativismo está lanzando su larga sombra también sobre los derechos humanos. Para Juan Pablo II,  en esta materia no podemos dejarnos coaccionar por el “chantaje de la duda”: nos encontramos en un punto de no retorno, pues el hombre es algo más que un complejo maleable de electrones y protones, apto para ser manipulado, torturado o eliminado.
http://www.zenit.org/article-38170?l=spanish

domingo, 13 de febrero de 2011

DANOS LOCOS


¡Oh Dios!
Danos locos, chiflados,
gente capaz de asaltar hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre de la pobreza;
que no utilice su superioridad en su provecho.
Danos locos del presente, enamorados de una vida sencilla, amantes de la paz, 
puros de conciencia, resueltos a nunca traicionar,
capaces de aceptar cualquier tarea,
de acudir a donde sea, libes y obedientes,
espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.
Envíanos Señor, locos de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de si mismos,
de los que aman con algo más que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.
Danos locos, Señor, danos locos. 

(Lo encontramos en una hojita del calendario del sagrado Corazón de Jesús). Desconocemos el autor.

martes, 8 de febrero de 2011

CARTA DE NUESTRO CONSILIARIO ANTE LA CELEBRACIÓN DE LAS JORNADAS DE LA FAMILIA EN LEÓN

Queridas Familias:
  Demos gracias a Dios por las buenas nuevas que nos comunican nuestros presidentes diocesanos.
 Poco a poco el fermento va creciendo, más hemos de ser conscientes de que sólo somos obreros, que hacen la labor que les ha comunicado su Señor; recordando el Evangelio que se proclamaba el pasado domingo:"vosotros sois la sal de la tierra... vosotros sois la luz del mundo" No intentamos otra cosa que ser sal y luz, desde nuestra 'iglesia doméstica', desde nuestros hogares, desde nuestros encuentros quincenales, de oración y reflexión.
 Se aproximan las jornadas diocesanas de la familia, y un poco más allá, en el horizonte, la JMJ 2011. Han de ser, ante todo, unas fechas de Acción de gracias, por nuestras familias, y lo dones que recibimos día a día de manos del Supremo Hacedor. Ante todo, vivámoslas con agradecimiento, en oración, para que los frutos de estas jornadas, sirvan para enriquecer la Iglesia y que nuestras familias sepan vivir los dones recibidos.
Os hago un llamamiento, para participar en las próximas jornadas diocesanas, acompañando a Marta y Manuel, con nuestra presencia y, por supuesto con nuestra oración.  Pidamos también, por aquellos que sienten la llamada a pertenecer a algún equipo familiarista, para que se integren y, compartan en familia su fe.
 Hasta el próximo sábado, día 12, que D.m. nos volvamos a encontrar.
Que el Señor os bendiga.
Paco, dc. p.