Queridas familias:
El próximo miércoles, día 22, Miércoles de Ceniza, da comienzo la Santa Cuaresma, como tantas veces hemos escuchado, es tiempo propicio de oración y meditación, personal y comunitaria de la Palabra de Dios.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, y realizando, si cabe, de una manera más intensa las prácticas cuaresmales: ORACIÓN, AYUNO y LIMOSNA.
Este año somos conscientes de la situación socio-económica que estamos viviendo, el Papa Benedicto XVI nos recuerda en su mensaje para la Cuaresma de este año: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras»; es una invitación , no ya solo a la oración y meditación personal, sino para que nos acerquemos a quienes, en sus vidas, están pasando dificultades y necesidades materiales y compartamos con ellos aquellos dones y bienes, con los que el buen Dios nos ha bendecido, a nosotros y a nuestras familias.
Queridas familias, os adjunto la carta pastoral de D. Julián, por si no habéis tenido oportunidad de leerla; en ella nos exhorta: "a vivir la Cuaresma en profundidad, participando más intensamente en la vida parroquial y comunitaria, en la misa dominical y en la diaria, si podéis, en una más provechosa lectura de la Palabra divina, en una oración personal más prolongada e intensa… y muy especialmente hoy dadas las presentes circunstancias de crisis económica, mediante una vida austera para poder ayudar a quienes lo necesitan ". Queridas familias, que este tiempo de gracia, nos sirva para crecer en el amor, y así nos acerquemos, con humildad, a Dios y a los hermanos.
Que la Sagrada familia de Nazaret, os bendiga y acompañe en este tiempo de gracia.
Francisco Viñuela, diácono permanente
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