El Obispo de León, D. Julián López, con su Vicario General, D. Jesús Fernández, se han reunido esta semana con una representación de trabajadores de la empresa ELMAR para conocer de primera mano la situación que atraviesa este colectivo ante el Expediente de Extinción de Empleo que la nueva compañía propietaria de ELMAR, la sociedad gallega Pescapuerta, está tramitando y que supondría el despido de los 179 trabajadores y la liquidación de un proyecto empresarial con 40 años de historia que llegó a dar empleo a 500 personas en la ciudad de León.
Con esta ocasión el Sr. Obispo manifestó a la delegación el interés, la cercanía y la solidaridad de toda la diócesis y de él con los afectados por este posible cierre. Al mismo tiempo valoró tanto la reivindicación justa de los trabajadores, como los apoyos que les han ofrecido diversas instituciones, partidos políticos y sindicatos.
Concluido el encuentro, el Sr. Obispo quiere hacer llegar a los responsables de la Empresa PESCAPUERTA y a la opinión pública que la diócesis leonesa, aunque no tiene soluciones técnicas que ofrecer al conflicto, considera que es necesario sopesar los aspectos humanos de la situación que afecta a 179 trabajadores, la mayor parte mujeres, a cerca de 200 familias y a todo el tejido social de León que perdería con este cierre una empresa más. La dignidad y los derechos de las personas, aun en tiempos de crisis económica, deben estar por encima de intereses puramente económicos o estratégicos. Por eso pide que se reconsidere la situación, se atienda la legítima preocupación de la parte más débil y se dialogue en línea constructiva buscándose una solución que salvaguarde el bien común.
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