LOURDES, MUCHAS GRACIAS.

Se incorporó a nuestro Equipo en la primavera del presente año. Desde el principio aceptó el reto de hacerse cargo de nuestro grupo de niños, un grupo bastante heterogéneo lo cual suponía una dificultad añadida ya que es difícil trabajar con un grupo en el que existen diversas edades y caracteres tan distintos, pero Lourdes puso desde el principio la mejor de las voluntades.
Fue una auténtica sorpresa escucharla dar su conmovedor testimonio en la Vigilia de San Isidoro durante los
días de acogida que tuvieron lugar en la Diócesis de León con motivo de la Jornada  Mundial de la Juventud.
Transcribimos su testimonio.

Buenas noches a todos y especialmente a los (Jóvenes de la JMJ). Si os digo la verdad, impone hablar frente a tantas personas. Pero cuando os miro, me doy cuenta que sois mis hermanos en Cristo, y me da mucha alegría, poder compartir mi experiencia con vosotros, y a la vez una gran esperanza el comprobar que tantos jóvenes, salen de su tierra a encontrarse con Jesús, así que de verdad bienvenidos.

Me llamo Lourdes, soy Discípula de Jesús, y para mí lo único que cuenta es el amor. Y por Él soy discípula y por eso estoy aquí.

No me considero mejor o distinta, me divierto, sufro y me enfado como todo el mundo (o eso creo). Me equivoco, estoy llena de prejuicios y en ocasiones tengo la mala costumbre de dejarme llevar por las apariencias. Pero a pesar de todo, y con eso, estoy aquí.

Jesús se hizo presente en mi vida, toco mi corazón y me cambió por completo, empezando por mis planes. Él me ha hecho creer en algo más grande que yo, me o mí; me ha hecho creer en la gente y en su plan de amor para mí y para el mundo, el Reino.

Frases como:
- Perdonar a quien te hace mal.
- Dar la vida por los enemigos.
- Compartir con quien no tiene.
- En definitiva, considerar a cada persona como hermana…

Empezaron a parecerme normas de vida; es más, yo cuando actúo así sé que acierto en el amor. No soy más que un intento de seguir los pasos de Jesús, y eso realmente me hace feliz. Jesús abre la mente, pero sobre todas las cosas el corazón. Y para nosotros los jóvenes, es la posibilidad de construir un mundo distinto.

Mi misión, a la que estoy llamada, simplemente es esa, seguir los pasos de Jesús, hablar, vivir y apostar por el amor, de verdad que aunque a veces se me hace difícil, me encanta mi trabajo.

Yo creo en el amor, en el Dios amor, misericordia, un Dios que nos lleva en el corazón siempre, sobre todo cuando más sufrimos. Y por eso creo en la posibilidad de un mundo mejor, distinto, más fraterno, sin guerras, injusticias, hambre… sin ricos ni pobres. Todos hermanos. Saber que hay ALGUIEN que realmente te ama, por encima de todo, te abre a la posibilidad de querer ser mejor, de darte a los demás, el amor es el resultado del amor.

De igual manera, como Jesús, creo en las personas. Porque estamos hechos de un Dios bueno, tengo fe en los jóvenes, en nosotros, todos los que estamos aquí, los que nos juntaremos en Madrid y en los que no han podido estar en este encuentro.

Somos todos, estamos llamados a esto, poniendo nuestro empeño en amar, desde ese encuentro con Cristo, quienes haremos que un mundo así sea una realidad, después de todo el Reino de Dios está entre nosotros.

Dios nos habla cada día, al corazón y en cada acontecimiento de nuestra vida; de nosotros depende la respuesta. Por eso es una verdadera alegría estar aquí, viéndoos a todos y a cada uno, tanta gente joven, que sigue apostando por el amor y por Jesús. Sé que junto a Cristo, podremos hacer grandes cosas

MUCHAS GRACIAS por escucharme, pero sobre todo por venir

MUCHAS GRACIAS A TI LOURDES POR HABERNOS DADO LO MEJOR DE TI. EN EL FERROL O DONDE QUIERA QUE EL SEÑOR QUIERA LLEVARTE TE DESEAMOS LO MEJOR.

¡¡GRACIAS DE CORAZÓN!!